Queriendo y no, encontrar a todos y a nadie (Albus)

Tenia un par de semanas con una fija idea rondandome la mente, tenia mucha curiosidad por saber que habia sido de mi "familia" Sabia que Lizz estaba en Azkaban, pero Eloide y Jean... Obviamente sabia que o estaban escondidas o muertas, sabia a la perfección que ambas eran muy hábiles y que podrian adaptarse a la condición de fugitivas pero... Tenia mis dudas.
Nunca había tenido ninguna relación (Ni siquiera cordial) con ninguna de mis tias, aunque con mi prima habia sido distinto... Ella me habia ayudado cuando yo lo habia necesitado y eso era algo que yo tenia muy presente.
Caminaba por el barrio donde ellas vivian, tenia casi 6 años sin pisar ese sitio, estaba solo pese a que era aún temprano. Llevaba la capucha ensima, cubriendome casi completamente el rostro, llevaba las manos en las bolsas y caminaba lentamente.

*De nuevo mis sensores habian saltado, alguien se acercaba hacia donde estaba asi que me desaparecí, apareciendome de nuevo para ver quien era. Reconocí esa melena de rizos hasta tapada con la capucha asi que me heché un hechizo anti-olor para que no me reconociese y la observe con cierta curiosidad*

Me senté en la banqueta, por la mente me habia pasado buscar la casa donde solian vivir pero al estar ellas "desaparecidas" seria logico que tuvieran treinta mil encantamientos protegiendo lo que alguna vez habia sido su dulce hogar. Me pareció oir un ruido cerca de mi y gire mi mirada en diversas direcciones, pero la calle se veia tan sola como cuando habia llegado, puse atención a los aromas... Nada en particular, pensé que tal vez habia sido solo mi imaginación, me descubrí el rostro y alce la mirada al cielo, estaba nublado.

*Sonrei satisfecho al haberla reconocido bien, si hubiera llegado a olerme seria un dia bastante tragico. Me quede mirandola un rato sin saber si hacerme presente o no, sabia que era demasiado arriesgado tentar a mi suerte*

Saque una cajetilla de cigarros de mi bolso, pero por mas que busque entre mis ropas, no encontre encendedor... Mala, mala costumbre la mia de salir de casa con cigarros y sin fuego, resoplé.

*Rei entredientes y negué con la cabeza, ella y sus vicios. Apenas habia cambiado desde la ultima vez. Me apunté a mi mismo haciendome invisible y camine hacia ella sin hacer nada de ruido, sigiloso. Cuando estuve detrás de ella encendí su cigarro y me aparté, sabiendo que sus reflejos serian rapidos*

Mi cigarrillo se encendió de la nada, ese no debia ser la mejor señal del mundo. Antes de un segundo, mi varita ya estaba en mi mano desocupada, me puse de pie de un salto -Quien está aquí?- Pregunté con desconfianza, como odiaba en momentos como ese los hechizos de invisibilidad- Cobarde- Insulté al aire, odiaba a las personas que no daban la cara, pese a que en el pasado yo habia hecho lo mismo muchas veces.

*Sonrei de lado y me volví a apuntar, me eche un hechizo para que mi voz sonase en su oido y asi no supiese donde estaba*

-No es cobardia, es precaucion *dije sabiendo que reconocería mi voz*

-Tu estas en Azkaban- Murmure entre dientes, no muy segura de mi estado mental, no sentia su aroma, no podia verlo ni sentia su presencia. Era practicamente imposible que en realidad él estuviera ahí.

*Rei entredientes, risa que se escuchó tambien en sus oidos*

-Si, quizás puede que este alli *dije con tranquilidad, jugaría a ese juego, cuando terminasemos esa conversacion ella realmente ni sabria si habia hablado conmigo*

-Intentas confundirme, cierto?- Pregunte un poco irritada, comenzaba a creer que esa voz provenia solo de mi mente, manotee cerca de mis hombros, sersiorandome de que realmente no estaba susurrandome a los oidos- Tu no estás aqui, estas muy lejos, estas preso- Dije en voz alta, me estaba volviendo loca tanto licor.

*La vi tratar de comprobar si estaba cerca pero realmente estaba bastante más lejos de lo que ella pensaba*

-Ajam, quizas si o quizas no *dije con tranquilidad, jugando a confundirla* ¿Que pasaria si realmente no lo estuviera?

Me tape los oidos, intentando que, de esa manera, su voz se fuera de mi cabeza, pero seguía ahí, como si estuviera susurrandome en el oido.
-Si ya no estuvieras preso, los Lovecraft nos lo hubieran hecho saber y eso no ha pasado- Dije con serteza, de repente, pensé en la voz de mi conciencia... Nah! Yo no tenía tal cosa.

*¿Realmente la volvia loca? ¿Era eso posible en alguien sin corazon alguno?*

-Entonces soy una alucinacion? *murmure mientras me recargaba en la pared de una de las casas cercanas, procurando no hacer ruido*

-No- Dije con seguridad, girandome completamente, buscando algo que me indicara que habia alguien más ahí y que no habia perdido el juicio- Eres algun idiota que quiere pasarse de listo- Ahora por mi mente pasaba la posibilidad que alguna persona estuviera plantando esa voz en mi cabeza, probablemente algun fugitivo, pero quien?

*Rei entrdienetes*

-Tambien sería posible pero ¿para qué hacer eso si sabes que estoy en Azkaban? *dije planteandole dudas, negando y afirmando a la vez ser yo*

-O eres tu o no eres, no pueden ser las dos cosas a la vez- Razoné en voz alta, odiaba no saber con certeza algunas cosas- Por que juegas así con mi mente?- Pregunté con furia, frunciendo el ceño.

*Asenti aunque ella no me pudiera ver, al parecer la mareaba demasiado*

-Vaya nunca pensé que la vería asi, Srta Lestrange *dije mirandola curioso* Digamo que esto es un reembolso, no es como los crucios que has echado a mucho pero casi

Era imposible que no fuera él, esas expresiones, ese tono de voz, solo los habioa escuchado en una persona en el pasado y esa persona era presisamente la dueña de la voz que resonaba en mi cabeza- Como van las cicatrices de tu cuello?- Pregunté curiosa, viendo a la nada, ahora coemnzaba a estar segura de que en verdad era él.

*Sonrei con cierta satisfaccion*

-Por un momento pensé en que renaceria siendo vampiro, una pena *dije con tranquilidad pese a que mi mano se habia desviado a aquella dos marcas feas en mi cuello*

-No tienes tanta suerte- Me mofé de él, cada vez mas convencida de que realmente habia logrado, de alguna manera, entrar en mi cabeza, definitivamente, era Dumbledore con quien estaba hablando- Ya no estas en Azkaban,- Aseguré negando con una sonrisa torcida en el rostro, aferre mi varita a mi mano y por enesima vez, busqué a mi alrededor, debia estar oculto por ahí- Creeme que personalmente me encargaré no de que vuelvas a tu linda celda, si no de que mueras en mis propias manos- Adverti con decisión, siempre habia creido que era una idiotez dejarlo vivo pero, no era yo quien daba las ordenes.

*Volvi a rei levemente divertido con su amenaza*

-Si ni siquiera sabes donde estoy ahora mismo ¿como piensas capturarme? *dije mirandola con curiosidad*

Esupidamente, tenia razón, no podía hacer mucho si nisiquiera sabia si era un producto de mi imaginación o realmente estaba libre- Ese no es asunto tuyo- Respondí con descarada arrogancia y la voz cargada del desprecio que sentía por él.

*Chasquee la lengua y negue con la cabeza pese a que no me podia ver*

-Con tanta hostilidad me obligas a marcharme *dije alejando un poco la voz de su oido, como si me alejara pese a que ni había movido un musculo de donde estaba*

-Te vas tan pronto?- Pregunté enarcando una ceja y cruzandome de brazos, aun con la mirada en algun punto lejano, nisiquiera sabia si él podia verme- Pero si aun ni me cuentas como diablos hiciste para llegar aqui!- Le dije con ironía, como si él tuviera algun plan de contarme con lujo de detalle su huida de Azkaban, si es que realmente no estaba en prisión.