Sorpresa, señor Lobo~

En el tiempo que Logan llevaba preso, Mel no había ido ni una sola vez ¿Para qué? En realidad nunca fueron tan cercano ¿O si? Ambos tenían los mismos ideales, ambos habían pertenecido el mismo tiempo a la misma organización, ambos estaban en total desacuerdo de la parejita Alex-Emma, aunque por diferentes razones, e inclusive, ambos habían traicionado a la organización a la que pertenecían aún y cuando fueron pilares importantes para su constitución, y ambos habían cambiado radicalmente sus formas de vida por los mismos dos factores importantes: El amor y la familia. Entonces ¿Qué había orillado a la Lestrange a verse renuente de ir a visitarlo en los años que llevaba en la cárcel? Fácil, se sentía culpable. Sabía que ella también debía estar tras las rejas pues el mal que hizo fue mucho mayor al bien que logró ayudando a ciertos fugitivos de apellido Lupin; pero ella no podía ser una presa, no, se desesperaría demasiado, por ello eligió la libertad bajo palabra, que aunque no era una libertad real, al menos le daba la oportunidad de poder seguir en sus negocios sin que los demás se metieran en ellos.

Y así vivía bien, así era "feliz"... Pero entonces ¿Qué hizo que la Lestrange cambiara de parecer? ¿Por qué fue a verlo esa tarde saltándose no-sé-cuántas reglas de Azkaban? No tenía idea, era como una especie de llamado interno que le decía "Házlo, vamos, yo sé que quieres ir a verlo" Lo que la había movido a ese sitio. Tal vez, y solo tal vez, inclusive lo había echado de menos...

La soledad era mi única compañía desde hace algunos años. Ni siquiera los dementores eran para ir a mi celda y quitarme la poca o nula alegría que podría albergar mi cuerpo. Estaba condenado a años de soledad en mi confinada celda de 2x2. En los años que llevaba no había recibido una visita, había dejado claro que no quería que dejaran entrar a mis hermanos aquí, no quería que me vieran en las deplorables condiciones en las que me encontraba ahora. De ser ese hombre apuesto, alto y fornido, poco quedaba. Había perdido bastantes kilos, mi higiene personal no era una prioridad aquí. Menos en aquellos primeros años, había sido un desastre, aunque tenía que admitir que me habían servido de mucho. Dos años atrás estaba en los huesos, hoy luchaba día a día para recuperarme y había obtenido resultados. Mis músculos estaban fuertes como antes, mi vitalidad empezaba a notarse.

Hoy era un día como cualquier otro, había desayunado la mugre de carne que me daban aquí y me había puesto a hacer ejercicio, cosa que hacía casi desde el amanecer hasta que se ponía el sol. Pero hoy había algo diferente. Como siempre, me colgué de los barrotes de mi pequeña ventana al exterior, mis pies en lo alto, para subir todo mi cuerpo y fortalecerme aun más. Daba la espalda a la puerta a cada encogimiento de mi cuerpo, pero eso no hizo que pasara desapercibido ese aroma, aun era el mejor en esto – Tenía la esperanza que vinieras en los primero cinco años – Comente sin dejar de lado mi rutina, escurriendo sudor por cada poro – ¿Al fin te ha vencido la culpa de tu libertad? – Pregunte curioso, no había dicho ni pio y tal vez apenas estaría entrando yo en su campo de visión, pero era tonta si pensaba que entraría ahí sin que me diera cuenta.

-He estado ocupada- Fue el primer comentario, claro que lo había escuchado y que sabía que él me notaría antes de entrar. Un cuidador abrió la celda, me dejó entrar y cerró de nuevo, ahí apenas había espacio para reclamar una burbuja personal, pero poco importaba, con el paso de los años estábamos tan acostumbrados a la condición del otro que ese picor en la nariz por la esencia lobuna apenas y me llamaba la atención.

-Apestas incluso peor que antes, Greyback- Sonreí de lado, lo veía trabajar, esperaba encontrarme a un perro flacucho y débil acurrucado en el rincón con menos roña; no al fornido hombre lobo que había dejado de ver hacía tantos años, tenía que admitirlo, lucía extremadamente bien, aún y con todo- ¿Me echaste mucho de menos?- Pregunté con voz infantil, recorriendo el poco espacio, buscando el lugar más adecuado para sentarme. El triste y minimalista camastro que servía de cama fue el elegido para tal función- Yo si.

No interrumpí mi ejercicio cuando la puerta de mi diminuta celda se abrió y le dejo pasar. El aroma dulce y quemante de su cuerpo me lleno de golpe, tantos años sin haber olido algo semejante me tenía un poco aturdido – Espero que hallas estado ocupada en las cuestiones que son importantes – Esperaba que entendiera a lo que me refería. Mis hermanos siempre lo habían sido todo y dejar a dos niños de no más de once años me tenia preocupado, aunque claro, si no tenía noticias malas, debían estar bien.

No logre evitar dejar salir una ligera sonrisa con sus comentarios, era todo un caso – Las duchas aquí no son prioridad Lestrange – Respondí simple. Hoy me mostraba con la cabellera un poco larga, la barba tupida y algunas manchas de tierra y mugre por mi cuerpo, en realidad un balde de agua y un trapo viejo era todo lo que teníamos para asearnos. Me detuve en lo alto cuando dijo que me había extrañado, eso era nuevo, demasiado nuevo para ella. Baje de nuevo y coloque ambas manos en el suelo, para soltar mis pies y dar una vuelta, quedando de pie – Mel Lestrange diciendo que me ha extrañado…si no fuera por tu asqueroso aroma diría que me timaron con una impostora – Sonreí de lado, la verdad apreciaba sus palabras.

Sonreía cínicamente, pues en realidad eso era, una completa cínica. Me puse de pie, con toda esa coquetería que me caracterizaba y mee acerqué un poco a él, era mucho más bajita que el lobo, así que me veía obligada a verlo con la cabeza alzada, no había borrado la sonrisa, con el dedo pulgar le quité una mancha de tierra del pómulo derecho.

-Lo de las duchas puedo notarlo, lo de la impostora... ¡Por favor! ¿En serio no echaste de menos a una vieja amiga? Aún tú, con toda tu frialdad, luego de tantos años solo, debiste echarme de menos aunque fuera un poco ¿No?- Me alejé de nuevo para ocupar el sitio que antes tenía en el camastro, con una pierna cruzada sobre la otra- Sé que no lo preguntarás directamente, pero están bien, todos están bien...- Me sentía rara, hacía diez años, cuando la guerra terminó y perdí de vista a Belu, mi mejor amiga, y a Logan, mi mejor cómplice; pasé al mismo tiempo de la madre de una hija adoptada que arrebataron de mis brazos para llevarla con su verdadera familia, a ser la "tía protectora" de varios niños, entre ellos los hermanos de Greyback.

-Te preguntaría cómo estás pero supongo que eso sale sobrando- Sonreí de lado, suspiré y seguí hablando- Logan... ¿Sabes que puedes dejar todo esto, verdad? Que si me lo permites, puedo mover algunos hilos y quedarás en libertad condicional como yo en tres minutos... ¿Por qué no quieres aceptarlo? ¿Para qué vivir así?

Negué con la cabeza, si en realidad venia a eso, estaba perdiendo su tiempo, no tenia de que hablar con ella, me había dicho lo que me importaba, mis hermanos estaban bien y aunque me moría por ver al menos una foto de ellos para saber cómo eran, sabía que la esperanza de verme sorprendido por ellos, era mi mejor espera – Estando diez años aquí, sabes distinguir perfectamente que extrañas y que no – Era una respuesta directamente indirecta, echaba de menos muchas cosas, pero por otro lado me sentía más seguro entre estas lúgubres paredes.

Dejando que volviera a sentarse, di un pequeño brinco para sujetar mis manos sobre dos varillas que sobresalían del techo de forma horizontal. Me aferre a ellas y empecé a ejercitar mis brazos, elevando todo mi cuerpo con la fuerza de estos. Le mire cuando siguió hablando – ¿Para que vivir allá afuera? – Pregunte sin dejar los ejercicios de mi cuerpo. Vivir afuera era solo para ser señalado, rechazado e incluso demandado para regresar a prisión.

Solo negué ante ambas respuestas, no porque no tuviera nada que decirle sino porque sabía que cualquier comentario que pudiera hacerle verdaderamente terminaría fuera de contexto, era verdad y estaba de acuerdo, después de diez años en esa fría celda, en primer lugar, tendría que echar de menos lo que en su vida fue realmente importante; y en segunda, si saliera.. Las cosas no serían más sencillas que ahí, yo lo vivía día a día, por decirlo de algún mono, también yo estaba presa, solo que mi celda en vez de medir lo que ese cuartucho de 2x2 era el equivalente al callejón Knockturn, que ya no abandonaba nunca.

Luego de un momento en silencio, viéndolo trabajar, volví a hablar, una vez que mis ideas estaban claras de nuevo, pues, quisiera que no, si tenía un propósito con esa visita.

-Tus hermanos te necesitan- Si, eran palabras mayores,e inclusive, hasta un poco tabú y lo sabía, pero yo era así, directa- Ya pasaron la infancia sin ti, no los hagas pasar también la adolescencia solos, Logan... Y no me mires así, sabes que tengo razón. Tal vez afuera no serás el hombre del año pero a mi gusto es mejor que pudrirte en este... lugar

No hallaba algo que ella pudiera decirme, algo que me hiciera cambiar de opinión, mi lugar era esta fría y sucia celda de apenas 2x2, yo tenía que estar aquí, pagando todos mis crímenes, esos años de oscuridad y esos años en los que me dedique a matar gente inocente solo para darle algo de poder a mis superiores. Lo estaba pagando y sabia que ni con toda mi vida en Azkaban pagaría el daño hecho…pero ella había tocado esa vena sensible en mi ser; mis hermanos. Me quede en lo alto, con los brazos flexionados y mirándole seriamente. Usar a mis hermanos en mi contra no era lindo – Estas dando un golpe bajo – Murmure con un leve gruñido, ella sabía lo que mis hermanos significaban para mi, incluso si yo permanecía aquí, también era por ellos.

Estire los brazos y me solté, quedando de pie frente a la diminuta figura que era Mel Lestrange – En realidad me quieres afuera – Comente con una sonrisa, ella no usaría ese argumento si de verdad no deseara verme afuera. Mire el suelo pensativo, estaba jugando con mis emociones de una manera en que yo no lo deseaba, pero le estaba dando resultados.

-Bingo!- Murmuré con una enorme sonrisa dibujada en el rostro- Claro que te quiero ver fuera de este lugar, Logan. Desde el primer día, desde que dijeron tu sentencia lo he pensado. Tu lugar no es este, no lo es. Tu no lo entiendes porque eres un triste perro herido que cree merecer el golpe con el periodico en la nariz, pero no entiende que la alfombra que orino en verdad necesitaba lavarse y que mas que una travesura, le ha hecho un enorme favor a su dueño...-Rei. Hasta yo entendia lo estupido que habia sido mi chiste- Ok, creo que no es el ejemplo mas ingenioso, pero a lo que voy es que, ok, hicimos mal en obedecer ciegamente a tu padre y a Lovecraft, pero a nosotros nos educaron de esa manera y quieras que no, aun ambos sabemos que las ideas que tenian eran buenas, solo que las llevaron mal a la realizacion. Fue un fallo tecnico solamente, y nosotros fuimos simples marionetas que seguian sus propositos...- Hasta sentia que lo poco que habia logrado en un principio se estaba yendo al demonio con ese discurso absurdo sobre el mal y con nosotros con un aun mas absurdo papel de victimas, negue varias veces con la cabeza para lograr aclarar mis ideas, mi proposito era convencerlo de aceptar mi ayuda para salir de ahi, fuera por los medios que fuera, no admitir que estaba bien por elegir la carcel y pedir mi celda junto a la suya.

- Mira, ese no es el punto. La cuestion es que tienes mas de una decada aqui, tu pecado con la sociedad lo has saldado ya, ahora tienes que cumplir la penitencia que debes en el lugar que dejaste solo... Tu casa. Con tu familia, con aquellos que... Bueno, para los que eres importante... Incluyendome- Le sonrei de lado, no con cinismo, sino como con complicidad- Eramos amigos, quiero suponer, y aun y cuando en este tiempo nunca vine a verte, ahora siento que somos mas cercanos... Despues de todo he cuidado de tus hermanos y eso... Logan, quiero que pienses en lo siguiente: yo soy Mel Lestrange, en eso estamos de acuerdo. Crees en serio que siendo quien he sido siempre, vendria a Azkaban a ver a alguien y le diria todo lo que te estoy diciendo solo porque si? Crees en serio que me iria reo por reo diciendoles a todos que salgan de aqui? No. Solo a ti, por que? Porque tu lugar no es este, aunque estupidamente quieras autoconvencerte de que asi es. Te quiero afuera, Logan, ese es mi proposito, tan dificil es de asimilar ese maldito dato?- Bufe, en todo momento no le habia quitado la mirada de encima. Lucia serena, tranquila, pero a la vez segura de lo que le estaba diciendo, estaba convencida de que lograria mi proposito.