Visita de rigor (Albus)

Gracias a aquel Crucio que me había dado de lleno en la huida de Azkaban fui llevado al cuartel de la Orden. Sino fuera por eso no hubiera podido acceder nunca al cuartel y ahora no podría hacer lo que más me gustaba: molestar. Pero no lo hacía porque sí sino por motivos que solo yo sabía. Así que pocos días después de la fuga me aparecí en el lugar esperando encontrar a quien buscaba. Su olor estaba por todos los lados, algo normal teniendo en cuenta que vivía allí, pero también había otro olor un tanto camuflado, un olor que ya había captado antes e hizo que sonriera de lado. Resultaba que el "amigo" de Samantha también había estado allí, ¿sabría Albus que su chica se había refugiado en brazos de otro? No era algo que supiera a ciencia cierta pero era una posibilidad que aprovecharía.

- ¿Dumbledore?- pregunté a la nada, esperando una contestación. Lo más probable es que no me reconociera por eso saqué la varita por si acaso.

*Estaba haciendo de cenar cuando sentí la entrada de alguien. El edificio de la Orden estaba demasiado bien diseñado para intrusos o poco conocidos. Era una especie de Hogwarts en miniatura y era por eso que aún seguían los mortifagos sin saber donde estaba. Escuché que me llamaban y dejé lo que hacía a fuego lento y salí al salon.

Miré al hombre que estaba alli plantado y alcé una ceja*

-Gerard Branford *dije con una sonrisa tranquila en mi rostro*

Observé en silencio al hombre que tenía delante. Tenía mejor aspecto que cuando lo rescatamos pero esperaba que no se hubiera recuperado tan rápido del daño mental ocasionado por aquellos cinco años de cautiverio.

- Buenas noches.- olisqueé el ambiente captando el olor a comida- Y buen provecho.- dibujé una sonrisa ladeada- Ya veo que me conoces así que no hace falta presentaciones.

*Me acerqué a él y le tendí mi mano para estrecharsela*

-Samantha no me dijo que usted era licantropo *dije al notar como podía oler la cena, y dejandole caer que no lo habia reconocido precisamente de la nada sino de haberle preguntado a Sam*

Estreché su mano a modo de saludo de manera firme.

- Ah Samantha y sus secretos...- dije divertido, aplicando un tono ligeramente misterioso en mi voz- Así que todo lo que sabes de mí es por Ryddle... eso me duele teniendo en cuenta que hemos sido compañeros en Azkaban.- continué diciendo mientras paseaba por la sala con la mirada fija en los cuadros de la pared. Aun estando los dos en Azkaban y muy cerca el uno del otro, nunca nos habíamos visto, algo normal en aquella prisión.

*Mi ceño se fruncio levemente, osea que él tambien lo sabia ¿acaso era de conocimiento publico? Lo vi mirando cuadros y relajé mi expresion. Sería estupido molestarme ahora*

-Digamos que mi relacion con mis compañeros de Azkaban estaba algo limitada *dije con cierto tono ironico. El trato hacia mi habia sido especial, no todos aguantarían aquellas torturas todos los dias*

- Sé todo lo que hacían contigo y los nombres de los encargados de hacerlo. Como también te habrá dicho tu querida Samantha, yo fui quien planeó todo para sacarte de allí y para hacerlo necesitaba saber esas cosas.- desvié mi mirada hacia él.

*Cuando nuestras miradas se encontraron mis ojos se vieron cansados y aún con un deje de poca cordura ¿Sabría él realmente TODO lo que había pasado allí dentro? ¿Sabría lo de Alice?*

-Nunca tuve tiempo de darte las gracias ese dias *dije con tono amable* ¿Te quedas a cenar y aprovecho para ello?

- Claro, aunque no he venido para recibir tu agradecimiento.- dije con una sonrisa ladeada- Pero cada cosa a su tiempo, tenemos mucho tiempo por delante.- pude captar lo que decían sus ojos: estaba cansado, un poco ido y había una pizca de miedo. Esos tres elementos me iban a ser de ayuda en mis propositos.

*La puse una mano en la espalda invitandolo a caminar hacia la cocina mientras yo me dirigía hacia ella*

-Sé que no has venido para eso *dije con cierto tono enigmatico, desapareciendo tras el marco de la puerta, entrando en la cocina*

- ¿Ah, sí? ¿Y a que crees que he venido?- tanteé mientras entraba en la cocina detrás de él- Sorprendeme, Dumbledore.- añadí con aquella sonrisa que me caracterizaba, apoyandome en la encimaera con las manos sobre ésta, tamborileando los dedos sobre su superfície.

*Movia el pescado casi listo para consumir mientras lo miraba de reojo, sabiendo que era un hombre muy inteligente con el que hablaba. Una palabra de más podría significar que se me pudiese ir de las manos la situacion*

-Fuiste a Hogwarts? *dije no recordandolo de mis años de estudiante, probablemente era más joven pero seguro que tampoco le había dado clases, si no lo recordaría. No conteste a su pregunta*

- Así no van las cosas, Albus. Es más divertido cuando se hace una pregunta, el otro contesta y hace otra a su interlocutor... Además es una descortesía no responder a las preguntas de otros y más cuando ése te ha salvado la vida.- dije divertido con mi mirada clavada en el pescado que estaba cocinando e indirectamente mirándole a él.

*Solté una carcajada y apagué el fuego, adoraba cocinar a lo muggle aunque sabia tambien hacerlo de forma magica pero simplemente los platos no quedaban tan bien. Lo separé en los dos platos y puse uno delante de él*

-Espero que te guste el pescado, es merluza con salsa verde *murmure* No hay mucho aqui para cocinar *aún seguí sin responderle*

- No es problema.- hice un gesto con la mano restándole importáncia, comía de todo aunque tenía preferencias como por ejemplo la carne poco hecha débido a mi condición de licantropo- Debo decirte, Albus, que soy un hombre paciente y esperaré hasta que respondas mi pregunta. Tu edcación y moralidad podrá con tu tozudez, solo hay que aplicar un poco de fuerza y creeme eso puede ser muy incómodo.- dije sentándome en la mesa después de tomar el plato que había dejado a mi lado- Y esto no es una amenaza sino una adverténcia.- mi tono siempre había sido divertido y algo distraído, muy propio en mí. Albus no funcionaba con tonos autoritarios ni amenazantes.

*Negué con la cabeza, y lo miré sonriendo con tranquilidad*

-Sr Branford, no se debe exigir al dueño de la casa *comente mientras cortaba el pescado, con calma* Además mi pregunta iba encaminada a su respuesta

- Parece que ninguno de los dos está siendo muy cortés con el otro.- dije divertido, tomando los cubiertos con calma, los dos eramos tranquilos, quizás parecidos en algunos puntos- No sé que tiene que ver lo que he venido a hacer aquí con que haya estudiado en Hogwarts o no. Pero no quiero ser descortés contigo, con uno que lo sea ya vale. Sí, fui a Hogwarts. Ahora creo que le toca a usted contestarme.- me encogí de hombros hablándole con el mismo tono divertido de antes. Corté un poco de pescado y me lo llevé a la boca, saboreandolo- Debo felicitarte, Albus, eres un buen cocinero.

*Sonrei agradecido y me encogi de hombros*

-Bah! Tampoco tiene mucha ciencia cocinar merluza *comente con cierta honradez, no era bueno aceptando cumplidos* Bueno, como respuesta solo puedo darle simples suposiciones mias, Sr Banford *comencé* Dado que me ha confirmado que fue a Hogwarts puedo afirmar casi con seguridad, digame si me equivoco, que fue a Slytherin...por lo que puedo suponer a qué a venido

- Eso diselo a cualquier mago, te recuerdo que la mayoría utilizamos la magia para estas cosas.- me reí después de limpiarme con la servilleta- Sigo sin entender. Quiero ecir, sí, fui a Slytherin pero no todos buscan lo mismo, ¿no crees? Había escuchado que no eras una persona tan prejuiciosa.- dije para nada molesto, la verdad es que pasaba de esas generalizaciones y tampoco es que montara en colera muchas veces y menos por algo tan insignificante como eso. MI mirada se desvió un momento hacia la mesa para luego mirarle de nuevo- Se te ha olvidado traer la bebida pero eso lo puedo solucionar yo. Dime que te apetece tomar.- ofrecí sacando la varita, esperando su contestación.

*Alce una ceja, la verdad es que no era un hombre prejuicioso pero tal y como Sam me habia hablado de él pensaba que si que podría acercarme a lo que quería. Quizás me habia equivocado*

-Agua, gracias *dije al rato, sumido en mis pensamientos para luego volver a la tierra* Quizás tenga razón, ahora empiezo a dudar de mi suposicion...¿aún quieres escucharla de todas formas?

Hice aparecer dos copas autorellenables, una llena de agua y otra de vino para mí.

- Ahí tienes.- dije señalando su copa para luego llevarme la mía a los labios, dando un sorbo lentamente- Claro, adelante. Quiero saber que opina de mí el mejor mago de la historia magica actual.- le hice un gesto para que prosiguiera, calmado.- Y por favor, no te cortes, la educación la puedes dejar a otro lado conmigo.- añadí divertido.

*Solte una carcajada, divertido con aquel hombre, la verdad era inteligente. Tomé un trago corto de mi copa y lo miré*

-Bien, como Slytherin que es me supuse que usted no habría salvado a alguien arriesgando su vida por simple bondad *comencé* Pensé que querría algo a cambio, algo grande ya que no ha salvado a cualquier preso...¿me equivoqué? *dije alzando una ceja, inquisitivo*

- No... y sí. Hay varias razones por las que quería que estuvieras fuera de la prisión. Muchas tienen que ver con las ganas que tengo de que desaparezca este régimen. Es completamente aburrido y eso de que te obliguen a casarte con alguien que ellos eligen me parece de lo más perverso. ¿Imaginate que hacen que te tengas que casar con la bruja más fea de todo Londres? Antes desaparecería del país.- empecé diciendo calmado, con un tono bromista. Hice una pausa para comer un poco más- Esto provocaría muchas infidelidades, si fueran pocas las que cometen las parejas de los prisioneros. Lo siento, no quiero decir que Samantha lo haya sido. Parece una chica bastante fiel, aunque uno nunca sabe, ¿verdad?- podría haberle dado alguna entonación especial en lo que había dicho pero no lo hice, lo comenté con el mismo tono que había utilizado desde que entré en el cuartel de la Orden.

*Mi mandibula se apretó por un momento cuando dijo aquello, definitivamente la infidelidad de Sam parecía ser conocida por varios. Me obligue a calmarme y no perder el control, no sería bueno hacerlo*

-No vaya por ese camino, Sr Branford *le adverti, era paciente pero toda paciencia tenia un limite* Continue...

Alguien se había avanzado y me había fastidiado mi momento de felicidad pero por lo menos me confirmaba que Samantha había estado con otro, lo más probable es que fuera aquel licantropo. Quizás más tarde abordara el tema.

- Acabas de fastidiarme el chiste de los Lovecraft, esta vez te lo paso. Y por favor deja de llamarme de usted, soy más joven que tú.- dije fingiendo estar herido- Como iba diciendo has estado cerca con tu suposición, una de las razones es esa. Ahora es cuando dices: dime de que se trata Branford y lárgate de aquí. Siempre acaban diciendo eso cuando solo me preocupo por los demás.- puse una voz más seria y profunda, haciendo una burda imitación de Albus que a cualquier niño le hubiera parecido graciosa para luego volver a mi tono normal- ¿Has oído aquello de que cuando una persona salva a otra ésta tiene una deuda con ella? Bien, eso es lo que he buscado. Pero tranquilo, aun no reclamaré lo que es mío.- dije desinteresado, comiendo de nuevo.