Visita de rigor (Albus)

*Asentí, aquel hombre me recordaba demasiado a otro hombre que habia conocido hacia mucho tiempo. Y eso llamaba mi atencion tanto como la repelía. Era algo extraña su forma de ser. Me intrigaba*

-Bien, entonces esperaré paciente *dije con tranquilidad, no inmutandome de la burla hacia mi* Te hubiera devuelto la deuda aun siquiera no la hubieras pedido *dije volviendo a comer de mi plato algo olvidado por la conversacion*

- Lo sé, Albus. Pero es más fácil devolverlo cuando conoces a esa persona, ¿no? No hemos tenido la suerte de coincidir, algo normal teniendo en cuenta que no frecuentas los mismos lugares que yo.- tampoco nos movíamos en el mismo círculo de gente pero eso había cambiado. Antes había respaldado a los mortifagos haciendo algún que otro trabajo para ellos y ahora me oponía a ellos.

*Lo miré, mi curiosidad aumentaba por momentos. No sabia si realmente aquel hombre habia venido para imponerme su necesidad de cobrarse aquela deuda o para que realmente lo conociera. No debía fiarme. Aquel hombre no inspiraba mucha fiabilidad*

-Así es ¿y me va ha decir que solo a venido para eso? *dije incredulo*

- ¿Te parece poco todo eso? Supongo que tienes razón, es cuestión de perspectiva. Yo estoy hablando con uno de los mejores magos de la historia, en cambio tú estás hablando con un... ¿Qué me consideras tú?- dije todo aquello distraído, rascándome la barbilla, aunque estaba atento a cada palabra y movimiento de Albus. Quería saber que pensaba de mí Albus, siempre era divertido saber que pensaba el resto.

*Odiaba cuando se referían a mi como tal, era demasiado humilde como para aceptar todo esa carga. No era el mejor mago, lo había demostrado estos cinco años en la carcel. Lo demostraba ahora que aun estaba medio ido por culpa de las pesadillas*

-No le conozco, no puedo opinar como usted acaba de hacer *dije terminando mi plato^*

- Tienes razón. Tanto tú como yo hemos hecho cosas significativas para el mundo magico pero la diferencia es que las tuyas han sido públicas. Quzás si se filtrase la noticia de mis actos recientes me llamarían el Salvador.- dije ríendo divertido. Dumbledore, como había temido, era un tipo precavido, no díria las cosas tan de frente y menos a un desconocido como yo. Seguí comiendo en silencio, tomando algún sorbo de vez en cuando mientras seguía maquinando mis planes mentalmente.

*Asenti levemente con una sonrisa tranquila en el rostro*

-No creo, El Profeta esta tan corrupto como el régimen *comente mirandolo, examinando cada gesto que hacía. Me daba curiosidad saber que pensaba*

- Es gracioso lo del Profeta. Gobierne quien gobierne siempre está corrupto.- solté una carcajada, limpiandome con la servilleta, luego dejé los cubiertos sobre el plato- Pero es tan complicado todo eso de la politica, bueno y qué no lo es, ¿verdad? Esta vida está llena de complicaciones pero justo eso la hace interesante. Familia, amigos, trabajo, ocio... ¿Quién no tiene problemas con alguna de estas cosas o en todas?- divagué sin perder la sonrisa- Según que personas dirían que yo tengo problemas en todas y quizás tengan razón.- añadí riendo. Había perdido el contacto con mi familia hacía muchos años menos con uno, alguien a quien seguía de cerca aunque no lo supiera. Amigos... nunca había tenido a nadie a quien considerar de ese modo ni tampoco me importaba. El trabajo estaba paralizado después de mi estáncia en prisión pero estaba pensando como ocupar ese hueco. Y ocio... bueno ese para mí estaba resuelto pero muchas personas no estarían muy de acuerdo con mi forma de divertirme. Pensaba todo aquello a la vez que bloqueaba mi mente para que Albus no pudiera entrar en ella. Aun estaba débil para hacerlo pero era mejor prevenir. Por suerte había aprendido oclumancia lo cual era muy útil en mis trabajos.

*Asenti y lo miré mientras él divagaba en sus pensamientos, no me dio ni por intentar leer su mente, primero porque no podría y segundo porque estaba seguro que tendría puesta barreras para ello*

-Ciertamente, nunca confié en El Profeta *murmure con la vista distraida* Y yo que tu no me fiaria de lo que dijeran otro...según qué personas yo no tendría problema en ninguna de esas áreas...y mirame *dije sonriendo de lado, tranquilo como siempre*

- Creo que nos parecemos más de lo que creemos, y queremos, pero cada uno tiene su manera de solucionar sus problemas.- hice girar el contenido de mi copa para luego tomar un sorbo.- Como antes decías, he venido a otra cosa. He venido a ofrecer mis servicios a la Orden como elemento externo. Quiero decir no formaré parte de ésta pero si que os puedo echar una mano en lo que necesitaeis. Desde que salí de la cárcel no he tenido trabajo y creo que esto me puede servir para llenar mis huecos.- expliqué mirandole. Sabía que necesitaban ayuda para recuperar el mando y yo podía ser de mucha ayuda, lo había demostrado con el plan para sacarle de Azkaban.

*Lo miré pensativo, la verdad el sería una muy buena ayuda para la Orden, pero no podía dejar de desconfiar de él. Él habia trabajado para el bando contrario y podría volver a ellos si lo viera necesario*

-Trabajar para nosotros exige un juramento *le informe, hasta Romac lo había hecho y eso que ella era bastante independiente*

Ya había pensado en eso, Dumbledore tenía que guardarse las espaldas. Para alcanzar mi objetivo necesitaba pasar por esto.

- Quiero que tengas claro que no voy a ser un miembro de la Orden, solo un colaborador.- aclaré borrando parcialmente la sonrisa. No quería formar parte de ninguna de las organizaciones- Dime de que se trata ese juramento.

*Asenti sabiendo que tal y como habia hecho Romac plantearía sus problemas*

-Consiste en prometer no revelar ningun dato perteneciente a la Orden, nada que hayas escuchado, visto o hecho en las reuniones a alguien que pueda comprometernos y sobretodo no revelar este sitio *le informe*

Eso era razonable, mis planes no consistía en traicionarlos de momento sino ayudarlos a restablecer el orden. Eso sonaba extraño en mi cabeza pero todo tenía un porque.

- ¿Este juramento lo hacen todos o solo es en mi caso porque no te fias de mí?- pregunté sonriendo de lado.

*Sonrei de lado y alcé una ceja*

-Conoce a la Srta Romac? *pregunta estupida realmente, Romac tenía una gran fama, buena y mala, segun con quien hablases. Pero era conocida*

- Claro que la conozco. Fue ella quien me presentó a Samantha.- le respondí riendo levemente antes de contestar. No me sorprendía que a ella le hubieran hecho hacer ese juramento- ¿Y solo lo ha tenido que hacer ella? Quiero decir, otros miembros de la Orden pueden irse de la lengua por miles de motivos. No se debería de hacer distinciones, ¿acaso no sois defensores de la igualdad?

*Asenti*

-Todos prometen más cosas que vosotros dos *comente, con él y Romac había hecho una leve modificacion de juramento. A ellos no los obligaba a combatir con nosotros. Les dabamos libre albedrío*

- Está bien, acepto el juramento.- dije asintiendo una vez. No sería tan fastidioso si solo se tenía que cumplir esas clausulas- Tú decides cuando lo hacemos.- me encogí de hombros, distraído.

*Asenti*

-Tendré que consultar con otros miembros de la Orden asi que por ahora tu visita a este local aún será restringida *dije haciendole saber que por eso habia detectado que estaba aqui*

- Entonces no me queda otra que esperar a que me acepten.- comenté aun distraído, haciendo girar mi copa- Sea lo que sea lo que decidais hazmelo saber de algún modo.- sabía que no tendría la simpatía de los demás pero no les quedaba otra que aceptarme dado la falta de gente.

*Asenti, muchos se quejaría pero todos sabian que si yo habia acabado eligiendolo era por algo. Habia sido igual que Romac y al final habia parecido tener razón. Era toda una relaciones publicas*

-Te enviaré mi patronus *dije simple, asi nos comunicabamos en la Orden*

- Me parece bien.- asentí mientras metía una mano en uno de los bolsillos de mi pantalón, sacando luego una cajetilla de cigarrillos- ¿No te importa si fumo, verdad?- aun no tenía la intención de irme de allí.

*Negué con la cabeza y saquemi varita apuntando al techo, realizando un hechizo extractor de humos. Le tendí mi mano, esperando que me diera uno*

-Me das? *dije con una sonrisa ladeada, fumaba solo en escasas ocasiones, hoy era una de esas*

- No sabía que fumabas.- comenté alargándole el cigarrillo que tenía en las mano y tomando otro. Observé unos segundos el cigarrillo que tenía en las manos pensando que aquella cajetilla que me había proporcionado Beverley había sido muy útil para conseguir algo tan grande como la fuga de Albus y Lizz. Esa era una muestra de que las cosas pequeñas podían conseguir cosas grandes, esperaba que eso se cumpliera ahora teniendo en cuenta que la Orden era una sombra de lo que fue alguna vez- ¿Cómo llevas la libertad?- le pregunté mientras encendía el cigarrillo y daba una calada.

*Chasquee mis manos para conseguir un poco de fuego y me encendí el cigarrillo dando una leve calada. Me encogi de hombros con su pregunta*

-Peor de lo que me esperaba *murmure ¿por qué mentirle? No me veía en la necesidad de hacerlo con él, era absurdo hacerlo. Él parecía saber que no me encontraba tan bien*